La escena cultural de Zúrich en crisis: Mauch pide reformas urgentes en la financiación
La alcaldesa de Zúrich, Corine Mauch, analiza los desafíos de la financiación cultural en medio del cierre de lugares como Mascotte, que afecta a la diversidad.

La escena cultural de Zúrich en crisis: Mauch pide reformas urgentes en la financiación
En una conversación reciente sobre el paisaje cultural de Zurich, la alcaldesa Corine Mauch habló sobre las influencias entrelazadas de la política local y global en la escena artística de la ciudad. Con una trayectoria de 16 años en su haber, comprende lo que está en juego para asegurar la financiación y fomentar la diversidad dentro de las artes. Los desafíos que enfrentan las instituciones culturales se han vuelto más pronunciados, especialmente con el preocupante cierre de lugares como el club Mascotte, que Mauch compara con el histórico Café Odeon en su importancia cultural. Es un recordatorio conmovedor de la dinámica cambiante de la vida nocturna y la oferta cultural general de Zúrich.
Mauch señala que la continua disminución de la asistencia a los clubes, combinada con los cambios en las preferencias de los consumidores, ha obligado a los operadores a reevaluar constantemente sus estrategias comerciales. Existe una tensión tangible en torno a la financiación, especialmente cuando se trata de eventos más grandes como el Street Parade, que sólo han provocado debates sobre la financiación a la luz de la disminución de la rentabilidad. A pesar de cierto escepticismo por parte de los operadores de clubes sobre la necesidad de subsidios, el gobierno de la ciudad está analizando actualmente la viabilidad de un mayor apoyo estatal para los clubes y otros espacios culturales.
La búsqueda de financiación
La financiación sigue siendo un tema candente, ya que Zurich destina aproximadamente 140 millones de francos al año a iniciativas culturales. Mauch ha sido un ferviente partidario de esta financiación, afirmando que, si bien las instituciones más pequeñas sienten que no están recibiendo un trato justo, la ciudad se centra en ofertas culturales de alta calidad que resuenan con el interés público. Bajo su liderazgo, ha habido un aumento en el apoyo a los cines independientes, cruciales para la salud de la industria cinematográfica suiza. Sin embargo, reconoce que Netflix y otras plataformas de streaming han alterado drásticamente el panorama del consumo cinematográfico.
El cierre de lugares como Uto-Kino es un claro símbolo de los desafíos que tenemos por delante. Mauch enfatiza la urgencia de apoyar a estos cines como parte de la cadena de valor cultural que sustenta el arte local. Incluso la gran Tonhalle, piedra angular de la escena cultural de Zurich, exige una importante ayuda estatal. La dirección de la institución subraya la necesidad de contar con financiación adecuada y personal de calidad para prosperar en un ámbito competitivo.
Impacto de la dinámica global
Las ideas de Mauch se extienden a las implicaciones más amplias de la política estadounidense en la cultura local. Señala los efectos perjudiciales de las políticas antidiversidad del expresidente Trump, que ejercen presión sobre las empresas internacionales que normalmente patrocinan eventos culturales, llevándolas a retirar su apoyo. Este cambio ha dejado a los organizadores locales lidiando con déficits de financiación justo cuando más los necesitan, complicando aún más la búsqueda actual de estabilidad financiera en las artes y la cultura. Como se discutió en Americanos por las artes, políticas culturales similares han enfrentado escrutinio y debates a nivel mundial, lo que sugiere que Zurich no está sola en sus luchas.
Mauch también señala la necesidad de un enfoque matizado sobre cómo se aplican los criterios de financiación cultural, haciendo hincapié en la inclusión y al mismo tiempo defendiendo la libertad artística. Este acto de equilibrio es crucial ya que los eventos financiados por la ciudad abordan cuestiones políticas a veces delicadas, contribuyendo así a la riqueza de los debates dentro de las artes.
En definitiva, Mauch ve el momento actual como una oportunidad para la reflexión y la innovación. Mientras Zurich enfrenta estos desafíos, el compromiso de la ciudad de preservar una escena cultural vibrante se mantiene firme, lo que demuestra que incluso en tiempos turbulentos, hay algo que decir a favor de la resiliencia artística.
Para quienes observan de cerca cómo se desarrollan estas dinámicas, está claro que la conversación sobre la financiación cultural continúa evolucionando, profundamente influenciada por diversos factores tanto locales como globales. Esté atento a Zúrich, donde la interacción de la política y la cultura da lugar a una narrativa rica, aunque compleja.
En la búsqueda de un ecosistema cultural sólido, satisfacer las necesidades de diversas voces artísticas sigue siendo una prioridad para Mauch y su administración mientras se preparan para la próxima transición de liderazgo el próximo mes de mayo.