El FBI allana una casa de Ocala en un impactante caso de trabajo forzoso y lavado de dinero
El FBI allana la casa de Ocala vinculada a líderes religiosos acusados de trabajos forzados y lavado de dinero, revelando un plan a nivel nacional.

El FBI allana una casa de Ocala en un impactante caso de trabajo forzoso y lavado de dinero
El 27 de agosto de 2025, el FBI lanzó una importante operación en una casa ubicada en 1280 SW 38th St. en Ocala, Florida. Esta búsqueda es parte de una investigación más amplia sobre graves acusaciones de trabajo forzoso y lavado de dinero vinculados a la Iglesia Global Reino de Dios en Michigan, Florida, Texas y Missouri. La iglesia es propiedad de David Taylor (53) y Michelle Brannon (56), quienes ahora enfrentan cargos federales derivados de una acusación de un gran jurado en Michigan.
Se alega que Taylor, que se refiere a sí mismo como "Apóstol", y Brannon, su director ejecutivo, lideraron una conspiración que explotaba a personas para obtener beneficios económicos. La residencia de Ocala es uno de varios centros de llamadas que la iglesia opera en todo el país, y la casa local forma parte de una comunidad cerrada conocida como Bellwether. Según los informes, aquí es donde los empleados trabajaban bajo condiciones coercitivas, con estrictas exigencias impuestas por Taylor.
Centros de llamadas y acusaciones
La acusación formal alega que desde 2013, Taylor y Brannon han operado una red de centros de llamadas solicitando donaciones con falsos pretextos. Se dice que las víctimas, apodadas “escuderos”, se enfrentaron a graves restricciones de su libertad. "Estas personas se vieron obligadas a servir personalmente a Taylor y, a menudo, recibieron amenazas de humillación junto con restricciones de comida y alojamiento". Fox 2 Detroit informes.
Desde 2014 hasta su acusación, la iglesia supuestamente obtuvo alrededor de 50 millones de dólares en donaciones, que los acusados supuestamente canalizaron hacia un estilo de vida lujoso, adquiriendo propiedades, vehículos y equipos recreativos de lujo. El FBI señaló que la organización mantenía control sobre las vidas de las víctimas, y algunas debían vivir en el centro de llamadas o en la casa del ministerio, y necesitaban permiso incluso para salir de las instalaciones.
Consecuencias legales y contexto más amplio
La gravedad de los cargos incluye conspiración para cometer trabajos forzados y lavado de dinero. Si son declarados culpables, tanto Taylor como Brannon podrían enfrentar hasta 20 años de prisión por cada cargo, y cada uno acumularía un total potencial de más de 60 años. Además, las ramificaciones financieras de sus acciones podrían resultar en multas superiores a 1 millón de dólares cada una.
Como parte de la investigación federal, ambas personas fueron arrestadas recientemente: Taylor en Durham, Carolina del Norte, y Brannon en Tampa, Florida. La escala de este caso ilustra una preocupante tendencia de trata de personas y explotación financiera bajo la apariencia de organización religiosa. Los organismos encargados de hacer cumplir la ley, incluidos el FBI y la Fiscalía Federal, han enfatizado su compromiso de combatir estos crímenes, garantizando que se haga justicia para las víctimas involucradas.
A la luz de estos desarrollos, plantea preguntas sobre las salvaguardias implementadas para las personas dentro de organizaciones como la Iglesia Global Reino de Dios, anteriormente conocida como Joshua Media Ministries International. Tanto las afiliaciones de Taylor como Brannon y las operaciones de la iglesia proporcionan un crudo recordatorio de cómo algunos podrían explotar sus posiciones de autoridad.
Esta situación no es sólo una cuestión legal sino también un llamado a la conciencia y vigilancia de la comunidad, recordándonos a todos que debemos proteger a los más vulnerables entre nosotros de la explotación, independientemente de su situación.