El cierre de la escuela de Apopka genera indignación por las políticas de ICE y la seguridad de los estudiantes
Los residentes de Apopka expresan su preocupación por la presencia de ICE en las escuelas después de un incidente de casi cierre, que afectó la inscripción de estudiantes inmigrantes.

El cierre de la escuela de Apopka genera indignación por las políticas de ICE y la seguridad de los estudiantes
La Junta Escolar del Condado de Orange enfrenta un intenso escrutinio y preocupación por parte de residentes, padres y estudiantes con respecto a la presencia percibida del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de los EE. UU. cerca de la Escuela Secundaria Apopka (AHS). Esta tensión estalló durante una reunión de la junta escolar el 26 de agosto, donde los miembros de la comunidad expresaron sus frustraciones a raíz de un incidente ocurrido el 15 de agosto. El jefe de Apopka, la actividad policial cerca de la escuela generó mayores temores sobre la participación de ICE en la comunidad.
Ese día, la Patrulla de Caminos de Florida realizó una parada de tráfico cerca, lo que provocó un breve cierre en AHS mientras las fuerzas del orden buscaban a los sospechosos que huían. La policía de Apopka ayudó en la situación, lo que resultó en cinco detenciones antes de que la escuela pudiera reanudar sus operaciones normales. El estudiante Miguel Torres expresó su preocupación por la falla de comunicación durante el incidente, señalando cómo su madre recibió una notificación casi 20 minutos después de que comenzara el encierro. Este retraso plantea dudas sobre la eficacia de los protocolos actuales para mantener informadas a las familias durante las emergencias.
El clamor de la comunidad y los llamados al cambio
Felipe Sousa-Lazaballet del Hope CommUnity Center fue particularmente vocal en la reunión, instando a la junta escolar a crear políticas claras que garanticen que los oficiales de recursos escolares no colaboren con ICE. Sousa-Lazaballet también pidió medidas que garanticen que los funcionarios de inmigración no interroguen a los estudiantes sin la presencia de un padre o tutor. Estos sentimientos fueron compartidos por la ex educadora Suzanne Kidd, quien enfatizó la necesidad de una capacitación integral para el personal escolar sobre cómo manejar posibles encuentros con ICE de manera efectiva.
En respuesta, la presidenta de la Junta Escolar, Teresa Jacobs, reconoció las deficiencias en la comunicación y afirmó que creía que no hubo presencia de ICE en el campus durante el incidente. Sin embargo, Melissa Byrd, miembro de la junta, explicó que el encierro fue una medida de precaución debido a la solicitud de las autoridades e insistió en que se siguieron los protocolos, a pesar de la aparente confusión y ansiedad entre estudiantes y familias.
Caída de la matrícula en medio de un creciente miedo
Mientras tanto, el distrito está lidiando con importantes caídas en la inscripción, particularmente entre familias inmigrantes. Las Escuelas Públicas del Condado de Orange informan una asombrosa pérdida de aproximadamente 6,600 estudiantes este año, más del doble de lo que anticipó el distrito. Como lo detalla WUSF, alrededor de 3,000 de estos estudiantes perdidos son de origen inmigrante, una tendencia preocupante que podría resultar en un déficit presupuestario de $25 millones para el distrito. La superintendente María Vázquez ha intentado tranquilizar a las familias diciéndoles que las escuelas siguen siendo refugios seguros, pero el temor que surge de una mayor aplicación de la ley de inmigración es palpable.
Los recientes cambios de política del Departamento de Seguridad Nacional permiten que ICE realice operaciones en áreas que antes se consideraban prohibidas, incluidas las escuelas. Afortunadamente, todavía no se han llevado a cabo redadas de este tipo en las escuelas de Florida, pero la incertidumbre continúa nublando el entorno educativo. Los defensores de los derechos de los inmigrantes exigen una mejor comunicación sobre las actividades de ICE y están monitoreando los discursos de odio en las redes sociales que pueden exacerbar la situación.
El impacto más amplio de la política de inmigración
Este clima preocupante refleja tendencias nacionales más amplias destacadas por Brookings, que señala que las duras políticas de inmigración han creado una capa de ansiedad entre los estudiantes inmigrantes y sus familias. El fallo de la Corte Suprema en Plyler v. Doe (1982) afirmó el derecho de estos niños a la educación independientemente de su estatus migratorio, pero las políticas y los estigmas sociales continúan poniendo en peligro ese derecho. Muchos estudiantes inmigrantes ahora experimentan discriminación y miedo, lo que afecta negativamente su asistencia y su sentido general de pertenencia a las instituciones educativas.
A medida que esta situación se desarrolla en el Condado de Orange, está claro que el distrito debe abordar no sólo las preocupaciones inmediatas en torno a la seguridad y la comunicación, sino también las implicaciones más profundas de las políticas relacionadas con los inmigrantes que afectan el bienestar de los estudiantes. Los educadores y líderes comunitarios deben unirse para fomentar un entorno en el que todos los niños puedan prosperar, sin el miedo a las acciones policiales y la discriminación social.