Ladrón de banco de Palm City atrapado con las manos en la masa después de un audaz intento de atraco

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Lewis McNack, dos veces ladrón de bancos, fue arrestado por robar un banco PNC en Palm City, Florida, pocas horas después de huir con dinero en efectivo.

A two-time bank robber, Lewis McNack, was arrested for robbing a PNC Bank in Palm City, Florida, just hours after fleeing with cash.
Lewis McNack, dos veces ladrón de bancos, fue arrestado por robar un banco PNC en Palm City, Florida, pocas horas después de huir con dinero en efectivo.

Ladrón de banco de Palm City atrapado con las manos en la masa después de un audaz intento de atraco

En un sorprendente incidente que tuvo lugar en Palm City, Florida, Lewis McNack se encontró esposado después de, supuestamente, robar un banco PNC por segunda vez. En la tarde del 27 de agosto de 2025, McNack amenazó a un cajero de banco, exigió dinero en efectivo y escapó rápidamente al condado de Broward con los fondos robados. No sabía que los detectives lo localizarían en menos de tres horas y lo encontrarían intentando depositar el dinero robado en su cuenta bancaria personal. Este acto descarado provocó su arresto y un viaje rápido a la cárcel del condado de Martin.

McNack no es nuevo en este juego criminal. Tiene un pasado accidentado, ya que anteriormente fue sentenciado a 14 años de prisión por un robo a un banco en Oklahoma en 2005, junto con tres años de libertad condicional supervisada. Con múltiples delitos en su haber, el regreso de McNack a robar bancos plantea dudas sobre la rehabilitación y la eficacia del sistema judicial para disuadir a los reincidentes. Sus acciones ponen de relieve un hecho triste: el robo a bancos es un delito que sigue resonando a lo largo de la historia estadounidense.

El legado del robo a bancos

Las raíces del robo a bancos se remontan a la historia de Estados Unidos. Según información del Museo del Crimen, figuras como "Slick Willie" Sutton articularon el atractivo de robar bancos, afirmando que lo hacía "porque ahí es donde está el dinero". El robo a bancos tiene profundas conexiones con momentos cruciales del pasado de la nación, que a menudo coinciden con períodos de dificultades económicas o turbulencias, como durante la expansión hacia el oeste, cuando infames forajidos vagaban libres, robando bancos y trenes.

El primer robo a un banco documentado en los EE. UU. ocurrió el 13 de febrero de 1866, por parte de asociados de los famosos Jesse y Frank James. Esto preparó el escenario para una importante era de robos a bancos que alcanzó su punto máximo durante las décadas de 1920 y 1930, coincidiendo con el ascenso de enemigos públicos como John Dillinger y Pretty Boy Floyd, que hicieron historia con atrevidos atracos. Estas figuras forajidas impulsaron la creación de iniciativas del FBI centradas en combatir el crimen organizado. Con el tiempo, los avances en la tecnología de seguridad, incluidos los paquetes de tinte explosivos y las alarmas silenciosas, han redefinido la forma en que los bancos protegen sus activos, lo que hace que los robos exitosos sean cada vez más difíciles.

Tendencias y perspectivas actuales sobre la delincuencia

Si avanzamos hasta el presente, el panorama de la delincuencia en Estados Unidos presenta un panorama más matizado. Si bien las tasas de delitos violentos aumentaron temporalmente en todo el país en 2020, los datos muestran una disminución a largo plazo que continuó hasta 2024, con una disminución reportada del 4,5 % en los delitos violentos. Además, las tasas de delitos contra la propiedad se han desplomado en un 59% entre 1993 y 2022, lo que ilustra un cambio gradual en el comportamiento delictivo, según información de Datos del gobierno.

Sin embargo, la percepción pública a menudo no se alinea con las realidades estadísticas. Muchos estadounidenses creen que el crimen está aumentando, un sentimiento influenciado por la cobertura de los medios que resalta los incidentes violentos de manera más prominente que los delitos contra la propiedad. Esta brecha de percepción es intrigante, especialmente a la luz de las discusiones en curso sobre el impacto de las luchas económicas y las desigualdades sociales que pueden alimentar el comportamiento criminal.

Como lo subraya el último incidente de robo a un banco cometido por Lewis McNack, los ecos de crímenes pasados ​​todavía resuenan hoy, recordándonos que la historia del robo a un banco no es sólo una historia de forajidos y atracos. Plantea preguntas esenciales sobre el crimen, el castigo y las respuestas sociales en un mundo que lucha por la seguridad y la justicia.

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