Caos en la sala de emergencias: ¡Se ignora la súplica del paciente por una mejor atención!

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Una visita reciente a una sala de emergencias en North Bay Village genera preocupaciones sobre la atención al paciente y las medidas de seguridad en medio de largos tiempos de espera.

A recent ER visit in North Bay Village raises concerns about patient care and security measures amid long wait times.
Una visita reciente a una sala de emergencias en North Bay Village genera preocupaciones sobre la atención al paciente y las medidas de seguridad en medio de largos tiempos de espera.

Caos en la sala de emergencias: ¡Se ignora la súplica del paciente por una mejor atención!

Cuando Dan Yang acudió rápidamente a la sala de emergencias del Centro de Salud Regional de North Bay (NBRHC), esperaba recibir un alivio rápido para su insoportable dolor ocular, resultado de nadar con lentes de contacto. Llegando alrededor de las 5:20 p.m. Un domingo, Yang informó que su nivel de malestar era de siete sobre diez durante la clasificación. Desafortunadamente, la experiencia resultó ser todo menos tranquilizadora.

Inicialmente, a Yang le dieron una gota anestésica para los ojos que le proporcionó un consuelo fugaz, pero se limitó a solo tres dosis. La sala de espera estaba casi vacía, con un tiempo de espera anunciado de tres horas que fluctuaba de manera confusa mientras ella esperaba. A medida que pasaban las horas, su dolor se intensificaba, lo que la llevó a regresar tres veces a la ventana de clasificación para abogar por un alivio adicional. "Era una situación difícil y me sentí desestimada", expresó, notando su creciente frustración.

Una experiencia frustrante

Después de cuatro largas horas, la paciencia de Yang se agotó cuando golpeó su botella de agua contra el mostrador, suplicando una reevaluación. Para su sorpresa, llamaron al personal de seguridad, armado y con chalecos antibalas, debido a su leve muestra de frustración. "Sentí que me trataban como a un criminal simplemente por buscar ayuda", recuerda Yang. "No había ninguna razón para que la seguridad interviniera; yo no había sido agresivo". Al final, sintiéndose abandonada y sin apoyo, salió de la sala de emergencias sin el tratamiento necesario alrededor de las 10 p. m., solo para encontrar atención en un hospital de Sudbury al día siguiente, donde le diagnosticaron una abrasión corneal.

Desde entonces, Yang presentó una queja formal ante NBRHC, aunque aún no ha recibido respuesta. Espera arrojar luz sobre la urgente necesidad de mejorar la clasificación de los pacientes y una mejor capacitación para reducir las tensiones dentro de los servicios de emergencia. "Se trata de priorizar la atención al paciente por encima de todo", subrayó.

Experiencias de los pacientes en los departamentos de emergencia

La experiencia de Yang plantea preguntas críticas sobre la atención al paciente en los departamentos de emergencia, un tema que ha estado recibiendo un escrutinio cada vez mayor. Un estudio reciente de métodos mixtos analizó 2.114 experiencias en entornos de emergencia y reveló que el 14,5% fueron descritas como "malas" o "muy malas". El estudio ilustró que factores como la edad más joven, la condición de indígena y la inestabilidad financiera contribuyeron significativamente a las experiencias negativas. Los temas comunes incluyeron mala comunicación y falta de empatía por parte del personal, como se informó en PMC.

Cuestiones como los tiempos de espera prolongados a menudo inducen sentimientos de negligencia, un sentimiento que se hizo eco en el caso de Yang, donde cada minuto parecía una tortura. El estudio sugirió que la clasificación y el registro a menudo hacen que los pacientes se sientan juzgados, menos priorizados y marginados, experiencias que se reflejan vívidamente en la visita de Yang al NBRHC.

El imperativo del cambio

Para enfatizar aún más la necesidad de transformación, una investigación publicada en PubMed exploró la intrincada dinámica de la clasificación del departamento de emergencias (DE), identificando factores esenciales que dan forma a las experiencias de los pacientes. Destacó la necesidad apremiante de un enfoque centrado en la persona que incluya a todos los pacientes, independientemente de sus antecedentes. Para ello es fundamental iniciar evaluaciones oportunas, que evitarían las frustraciones que Yang y muchos otros han enfrentado.

A medida que la atención médica continúa evolucionando, el llamado a una mejor comunicación, sensibilidad en la atención y sistemas de clasificación efectivos exige una acción urgente. Si bien el sistema está al límite, simplemente no hay excusa para descuidar a las mismas personas que buscan ayuda.

En su búsqueda de una mejor atención al paciente, Yang sirve como voz para muchos que han enfrentado obstáculos similares. Todos podemos estar de acuerdo: cuando se trata de atención médica, cada dolor, cada voz, importa.

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