Kerry Earnhardt lucha contra los planes de centros de datos en cotos de caza familiares
Los residentes de South Daytona se oponen al proyecto del centro de datos de Teresa Earnhardt, citando preocupaciones sobre el impacto ambiental y el carácter de la comunidad.

Kerry Earnhardt lucha contra los planes de centros de datos en cotos de caza familiares
En una ola de oposición local, el proyecto de centro de datos propuesto por Teresa Earnhardt está suscitando importantes preocupaciones entre los residentes e incluso entre los propios miembros de la familia Earnhardt. Kerry Earnhardt, su hijastro e hijo mayor de la leyenda de NASCAR Dale Earnhardt Sr., se ha convertido en el centro de atención, instando contra la construcción de este centro de datos en un terreno históricamente utilizado por su padre para la caza. En un sincero video de YouTube compartido en X, Kerry destacó los vínculos emocionales con la tierra, recordando a los espectadores que tiene un profundo significado personal y no es simplemente una parcela para uso industrial. Su mensaje ha resonado fuertemente entre los lugareños, quienes recientemente se dieron cuenta del plan después de que apareciera un cartel de rezonificación este año.
El terreno en cuestión, situado en Patterson Farm Road, fue anexado a la ciudad hace dos años, lo que trajo derechos de cuenca vinculados al embalse de Coddle Creek. Inicialmente designado para uso agrícola, residencial y rural, una solicitud de rezonificación el año pasado cambió la clasificación a "flex industrial". Sin embargo, este cambio ha provocado alarma en la comunidad, especialmente después de que la Junta de Planificación de Morrisville votara unánimemente para negar la rezonificación antes de que el desarrollador, Tract, asumiera el control y revelara un proyecto mucho más amplio. El centro de datos propuesto abarca ahora más de 1.000 acres y cuenta con planes para cinco edificios, un asombroso uso diario de agua de 500.000 galones y 350 megavatios de energía, junto con 120 generadores diésel.
Rechazo de la comunidad
Los residentes del condado de Iredell se han manifestado con toda su fuerza contra el centro de datos, expresando su malestar y temores sobre su impacto ambiental y comunitario. Han surgido preocupaciones sobre posibles amenazas a los pozos locales, la integridad del suelo y el carácter mismo del paisaje rural que aprecian. La casa más cercana se encuentra a menos de 50 pies del sitio propuesto, proyectando una sombra sobre el vecindario residencial que muchos han cuidado durante años.
En una reunión reciente de la Junta de Comisionados de Mooresville, el público expresó fuertemente su oposición y fijó una audiencia pública para el 15 de septiembre para profundizar en la propuesta. Los vecinos no sólo se resisten al centro de datos, sino que también cuestionan las motivaciones detrás del proceso de anexión, lo que los deja sin voz respecto de los funcionarios que toman estas decisiones cruciales. Kerry Earnhardt expresó el punto crítico de que los residentes no pueden votar por las mismas personas que influyen en el futuro de su comunidad.
Un enfoque cauteloso
El alcalde Chris Carney parece haber tomado en serio las preocupaciones de la comunidad y recientemente expresó dudas sobre el enorme proyecto de $30 mil millones debido a la falta de usuarios finales confirmados. Han circulado rumores sobre posibles operadores, incluidas importantes empresas de tecnología como Apple, Google y Meta, pero estas sugerencias aún no están verificadas. El alcalde Carney ha criticado la estrategia de desarrollo de Tract, que implica construir la instalación primero y buscar compradores después, calificándola de riesgo innecesario para el bienestar de la ciudad.
Esta oposición local tampoco es un incidente aislado. La industria de centros de datos en general en Estados Unidos enfrenta actualmente una feroz reacción, con más de $64 mil millones en proyectos bloqueados o retrasados a medida que las comunidades expresan sus preocupaciones. Los informes indican que se han cancelado casi 18 mil millones de dólares en proyectos, mientras que otros 46 mil millones de dólares se han estancado en los últimos dos años debido a la oposición pública.
Mientras los residentes lidian con las implicaciones del proyecto de centro de datos propuesto, el sentimiento de la comunidad refleja una creciente conciencia de las importantes presiones ambientales y de infraestructura que estos desarrollos pueden fomentar. Dado que la comprensión pública de los centros de datos sigue siendo escasa, la movilización comunitaria podría servir como un vehículo crucial para dar forma a desarrollos futuros. El debate en curso en torno al emotivo alegato de Kerry Earnhardt contra el centro de datos es sólo una faceta de un movimiento nacional más amplio que insta a prácticas de desarrollo responsables y orientadas a la comunidad.
En un clima en el que las comunidades locales tienen más poder para influir en el desarrollo, queda por ver cómo se desarrollará este capítulo en particular para la familia Earnhardt y su legado.