Malta adopta la revolución de los impuestos turísticos: ¡lo que significa para los viajeros!

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Explore el nuevo impuesto turístico de Mexico Beach, diseñado para ayudar al turismo sostenible y el desarrollo local, uniéndose a los esfuerzos globales para viajes ecológicos.

Explore Mexico Beach's new tourist tax, set to aid sustainable tourism and local development, joining global efforts for eco-friendly travel.
Explore el nuevo impuesto turístico de Mexico Beach, diseñado para ayudar al turismo sostenible y el desarrollo local, uniéndose a los esfuerzos globales para viajes ecológicos.

Malta adopta la revolución de los impuestos turísticos: ¡lo que significa para los viajeros!

Malta está lista para labrar su nombre en el panorama turístico mundial con planes de introducir un impuesto turístico en 2025, alineándose con varias otras naciones que ya han adoptado este enfoque. Al unirse a México, Estados Unidos, Islandia, Japón, España y Portugal, Malta pretende abordar los desafíos que plantea el turismo de masas, que a menudo ha sobrecargado las zonas urbanas, las costas y los monumentos culturales.
Al hacerlo, los ayuntamientos de Malta están presionando para que se financien los impuestos ecológicos para reforzar servicios esenciales como la limpieza de las calles, lo que demuestra una postura proactiva en la gestión del turismo sostenible.

La idea detrás de implementar un impuesto turístico, también conocido como impuesto a los visitantes o recargo turístico, se está extendiendo como la pólvora por todo el mundo. Según ProPublica, los objetivos principales de estos impuestos incluyen Gestionar el número de visitantes para mitigar el exceso de turismo. y generar fondos para infraestructura vital como el transporte público y la gestión de residuos. Además, estos impuestos tienen como objetivo financiar iniciativas de conservación ambiental y desarrollo comunitario, asegurando que los beneficios del turismo se distribuyan de manera más equitativa.

Tendencias globales en impuestos turísticos

Países de todo el mundo están empezando a reconocer el potencial de los impuestos turísticos como solución a los recursos públicos sobrecargados. En México, por ejemplo, en julio de 2025 se introdujo una nueva tarifa para los pasajeros de cruceros, que comienza en 5 dólares por persona y se espera que aumente anualmente hasta alcanzar un tope de 21 dólares en 2028, como señaló Travel and Tour World. Este tipo de modelo de financiación se está convirtiendo en un mecanismo común para apoyar iniciativas locales y aliviar las presiones de las afluencias turísticas extremas.

Estados Unidos ha introducido una tasa de integridad de la visa de 250 dólares para la mayoría de los viajeros extranjeros, junto con una tasa verde en Hawaii que aumenta los impuestos de alojamiento a más del 19%. De manera similar, Islandia ha aumentado su impuesto de alojamiento a 800 ISK para hoteles y 400 ISK para huéspedes de cruceros, todo en un esfuerzo por financiar proyectos de conservación. Japón ha sido proactivo y ha ampliado su sistema de impuestos turísticos con recargos en ciudades como Kioto y Osaka, además del impuesto Sayonara existente.

Los esfuerzos de España tampoco deben pasarse por alto; En Mogán y A Coruña han surgido nuevas tasas turísticas, con tarifas que oscilan entre 0,15€ y 2,50€ por noche. Del mismo modo, las Azores en Portugal implementaron un impuesto de 2 euros por persona y noche para apoyar proyectos de conservación locales en curso. Estos movimientos son indicativos de una tendencia más amplia hacia la integración de la sostenibilidad en las prácticas turísticas.

Hacer que los dólares sirvan para los destinos

Lo que es particularmente convincente es cómo se emplean estos ingresos por impuestos turísticos. Una cantidad importante de fondos se canaliza hacia servicios públicos y mantenimiento de infraestructura. TravelPulse destaca que muchos destinos, antes de la pandemia, recurrieron a los impuestos turísticos como medio para combatir el exceso de turismo. Los ingresos generados por estos impuestos son cruciales para apoyar la infraestructura turística sostenible, que ahora es más importante que nunca a medida que navegamos por el panorama pospandémico.

  • Venice, Italy: Introduced a tax in 2019 applicable to both overnight and day visitors, with rates ranging from €3.50 – €10.00 for overnight stays and €3.00 – €8.00 for day visitors. The funds go towards public services and maintaining historical monuments.
  • Amsterdam, Netherlands: This city established a tourist tax of 7% on hotel stays, alongside a €3 fee per person per night, helping to maintain the infamous canals and bridges.
  • New Zealand: The International Visitor Conservation and Tourism Levy started in 2019 at NZD 35 for international travelers, financing conservation projects and infrastructure initiatives.

Ahora que Malta se prepara para introducir su propio impuesto turístico, hay algo que decir a favor de esta tendencia global. No se trata sólo de cobrar tarifas; se trata de garantizar que el turismo pueda coexistir con la sostenibilidad. Las comunidades afectadas por la afluencia de visitantes a menudo requieren mejoras en su infraestructura y servicios. Esta ola de impuestos turísticos promete no sólo aliviar esas tensiones sino también promover una relación más sana entre los lugareños y los turistas por igual.

A medida que Malta se una a esta creciente cohorte de naciones que adoptan políticas fiscales respetuosas con el medio ambiente, todos los ojos estarán puestos en la eficacia con la que esta iniciativa puede restablecer el equilibrio entre disfrute y preservación, haciendo del turismo un esfuerzo sostenible en los años venideros.

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