Ciudades de Florida se manifiestan contra la fecha límite estatal para desmantelar los cruces peatonales del arco iris
Las ciudades de Florida están impugnando una orden estatal para eliminar los cruces peatonales del arco iris, lo que genera debates sobre la representación LGBTQ+ y las preocupaciones de seguridad.

Ciudades de Florida se manifiestan contra la fecha límite estatal para desmantelar los cruces peatonales del arco iris
A medida que se pone el sol de verano en Florida, se avecina una tormenta sobre los icónicos cruces peatonales del arco iris que se han convertido en símbolos de orgullo e inclusión en varias ciudades. El Departamento de Transporte de Florida (FDOT) ha impuesto una fecha límite para la eliminación de estas vibrantes obras de arte callejeras, afirmando que no cumplen con las regulaciones estatales. Fort Lauderdale, junto con Key West y Delray Beach, se está preparando para una batalla legal contra esta directiva.
De acuerdo a KTVZ, la comisión de la ciudad de Fort Lauderdale decidió por unanimidad presentar una apelación administrativa ante el FDOT, argumentando que la eliminación de estos cruces peatonales despoja a los vecindarios de sus expresiones artísticas. Este sentimiento resuena en otras ciudades que enfrentan una situación similar, donde el sentimiento público se inclina fuertemente contra el cumplimiento. En una abrumadora muestra de oposición, los ciudadanos expresaron sus objeciones en una reunión en el ayuntamiento.
Aumentan las tensiones estatales
La postura rígida del FDOT surge de un memorando del 30 de junio que prohíbe el "arte en el pavimento o en la superficie" que no esté directamente relacionado con el control del tráfico o la seguridad pública. Si bien el estado afirma que esta iniciativa tiene que ver exclusivamente con la seguridad, es difícil pasar por alto el trasfondo político. El gobernador Ron DeSantis ha sugerido que estos cruces peatonales son una forma de expresión política que no deberían exhibirse en las carreteras estatales. De hecho, su administración había promulgado previamente una ley que permitía la retención de fondos estatales para transporte como sanción por incumplimiento.
Para profundizar aún más la controversia, el FDOT ha avisado a las ciudades, especificando el 3 o 4 de septiembre como fecha límite para eliminar las marcas viales identificadas. Las implicaciones para las ciudades son significativas, ya que el cumplimiento podría generar amenazas de recortes en la financiación estatal. Mientras que algunos municipios optan por ceder ante la presión, otros se están preparando para impugnar estas órdenes en los tribunales. Ciudades como Boynton Beach y West Palm Beach ya han eliminado sus cruces peatonales de arco iris, mientras que Delray Beach y otras esperan ver cómo se desarrollan sus apelaciones.
Reacciones de la comunidad
Mientras tanto, las reacciones de las comunidades locales pintan un panorama apasionante. Apenas el mes pasado en Jacksonville, grupos locales LGBTQ tomaron posición al iluminar el puente de Main Street con los colores del arco iris, desafiando la directiva estatal. Según lo informado por Jacksonville.com, los defensores argumentan que estos coloridos cruces peatonales no solo promueven la inclusión sino que también sirven como marcadores esenciales de la identidad comunitaria. Además, la idea de que la compatibilidad de la tecnología de los vehículos automatizados podría ser un motivo para su eliminación añade otra capa de complejidad a esta discusión en curso.
El cruce peatonal arcoíris de Delray Beach se enfrenta a su propio escrutinio, con una audiencia administrativa programada para el 2 de septiembre para discutir su destino. En una encuesta reciente, casi el 53% de los encuestados apoyó su eliminación, mientras que alrededor del 44% quería que permaneciera. Esto ilustra el impacto divisivo de los cruces peatonales en las comunidades de Florida, mientras los funcionarios locales sopesan el cumplimiento frente a la opinión pública. Como EE.UU. hoy Como señala, la legalidad de los cruces peatonales del arco iris se ha convertido en un tema muy controvertido, lo que ha provocado debates sobre las autoridades locales versus la regulación estatal.
Mientras el reloj avanza hacia los plazos establecidos por el FDOT, ciudades como Fort Lauderdale, Delray Beach y Miami Beach están atrapadas en una posición difícil: cumplir con órdenes que muchos ven como un ataque a la representación de la comunidad o mantenerse firmes y correr el riesgo de perder fondos vitales para el transporte. El resultado de este conflicto bien podría sentar un precedente sobre cómo los gobiernos locales interactúan con los mandatos estatales en materia de expresión y arte.