Cangrejos herradura en crisis: ¡La decadencia genera un llamado urgente a la acción!
Los cangrejos herradura en Long Island Sound enfrentan graves disminuciones debido a la pérdida de hábitat y la sobreexplotación, lo que genera llamados a tomar medidas de conservación.

Cangrejos herradura en crisis: ¡La decadencia genera un llamado urgente a la acción!
La disminución de los cangrejos herradura en Long Island Sound ha alcanzado niveles alarmantes, lo que genera preocupación entre investigadores, conservacionistas y pescadores locales por igual. Durante las últimas dos décadas, estos antiguos marineros se han enfrentado a una “severa disminución”, atribuida principalmente a la pérdida de hábitat, la sobreexplotación y la degradación ambiental, como informó Newsday. La situación se ha vuelto tan crítica que la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, está considerando legislar para prohibir la captura de cangrejos herradura tanto como cebo como con fines biomédicos.
Las investigaciones han demostrado una marcada reducción en las poblaciones de cangrejo herradura, con disminuciones anuales promedio de entre 2,8% y 9,3% en múltiples conjuntos de datos de Long Island y Connecticut. John Tanacredi, profesor de la Universidad Molloy, subraya la importancia de realizar estudios en curso para comprender estas tendencias, especialmente después del cierre de la estación de campo CERCOM, que tiene capacidades de investigación limitadas. A pesar de estos desafíos, continúa abogando por la prohibición de la recolección de cebo, calificándola de crucial para la supervivencia de la especie.
Esfuerzos de investigación y conservación
Una revisión exhaustiva reciente publicada en Nature enfatiza la necesidad de continuar estudiando y recopilando datos sobre los cangrejos herradura. El informe destaca varios factores que afectan a estas criaturas, como el "blindaje" costero, la contaminación y el desarrollo de infraestructura, todos los cuales contribuyen a su rápido declive. En particular, los investigadores notaron cambios demográficos, incluido un cambio inquietante en la proporción de sexos, donde se reportan porcentajes más altos de mujeres en algunas poblaciones. Este fenómeno genera preocupación sobre el potencial de éxito reproductivo futuro.
Además, la interdependencia de los cangrejos herradura y las especies de aves migratorias, en particular el playero rojo, está bajo escrutinio. Los estudios han demostrado que la supervivencia de los playeros rojizos en sus zonas de invernada está estrechamente relacionada con la disponibilidad de desove del cangrejo herradura. La ausencia de estos desoves amenaza no sólo a los cangrejos herradura sino también al delicado equilibrio de los ecosistemas locales.
La perspectiva de los pescadores
Curiosamente, no todo el mundo está de acuerdo con la prohibición. El pescador local Will Caldwell ha observado lo que describe como un aumento en el número de cangrejos herradura, rechazando las afirmaciones de una disminución drástica. Las regulaciones actuales permiten capturar hasta 200 cangrejos herradura por día, aunque existen limitaciones durante los períodos críticos de desove. Sus sentimientos apuntan al debate en curso entre los esfuerzos de conservación y los intereses pesqueros locales.
Mientras los grupos conservacionistas apoyan a Hochul para respaldar la prohibición propuesta, argumentan que las medidas instituidas por el Departamento de Conservación Ambiental (DEC) han sido ineficaces en el manejo de la población de cangrejo herradura. Esta tensión constante subraya una pregunta más amplia: ¿Cómo podemos equilibrar la preservación ecológica con los medios de vida de quienes dependen de estos recursos?
Al llegar a esta encrucijada, se hace evidente la necesidad de una gestión adaptativa. La Comisión de Pesca Marina de los Estados del Atlántico ha tomado medidas para reevaluar las poblaciones de cangrejo herradura, y pronto será esencial contar con regulaciones más estrictas, particularmente en áreas sensibles como el estuario Peconic.
Con una variedad de voces y opiniones en juego, lo que está claro es que el querido cangrejo herradura está en problemas. Sin esfuerzos centrados en la conservación, investigación continua y estrategias de gestión cuidadosamente equilibradas, corremos el riesgo de perder no sólo esta antigua especie sino la salud ecológica más amplia de nuestros ecosistemas costeros. El momento de actuar es ahora.