Aumentan los informes sobre violencia de género, pero las afirmaciones falsas siguen siendo raras, dice un experto

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El fiscal Luis Pacheco analiza el aumento de las denuncias de violencia de género en Montevideo, abordando conceptos erróneos sobre denuncias falsas y las complejidades de las investigaciones.

Prosecutor Luis Pacheco discusses the rise of gender violence reports in Montevideo, addressing misconceptions about false claims and the complexities of investigations.
El fiscal Luis Pacheco analiza el aumento de las denuncias de violencia de género en Montevideo, abordando conceptos erróneos sobre denuncias falsas y las complejidades de las investigaciones.

Aumentan los informes sobre violencia de género, pero las afirmaciones falsas siguen siendo raras, dice un experto

En una llamativa conversación sobre la violencia de género en Montevideo, Luis Pacheco, fiscal especializado, habló con franqueza en una entrevista publicada en la revista FM GENTE. Compartió que las denuncias falsas sobre violencia de género están "bastante de moda", pero enfatizó que son extremadamente raras. Su oficina refleja esta estadística, manejando alrededor de 800 casos cada uno de una de las cuatro fiscalías especializadas en violencia doméstica de la ciudad, mientras que los casos de denuncias falsas siguen siendo mínimos. Como señaló Pacheco, el número total de informes ha ido aumentando, lo que pone de relieve importantes desafíos actuales a pesar de un marco sólido de leyes y protocolos destinados a abordar la violencia.

El debate de Pacheco arroja luz sobre una cuestión apremiante: el volumen de casos es abrumador, lo que dificulta las investigaciones exhaustivas. De hecho, toda denuncia debe pasar por un meticuloso proceso de investigación que comienza con el análisis del testimonio del denunciante. Se revisan las lesiones físicas y se solicitan peritajes en casos de violencia psicológica, todo ello seguido de declaraciones de testigos. Este proceso es aún más difícil si se tiene en cuenta que la mayor parte de la violencia ocurre en el hogar, lo que complica la búsqueda de la verdad.

La realidad detrás de los informes

Curiosamente, la idea de que las acusaciones falsas de violencia están proliferando ha sido alimentada por algunas figuras públicas, en particular las del partido político español Vox. Sin embargo, según La Vanguardia, las estadísticas cuentan una historia diferente. Informes de la Fiscalía indican que el porcentaje de denuncias falsas es apenas del 0,01%. Para poner esto en perspectiva, de 1,8 millones de acusaciones formuladas en los últimos doce años, sólo 153 resultaron en sentencias punitivas por falsedad. Incluso entre 2009 y 2021, la tasa media de acusaciones falsas fue de sólo el 0,0084%.

A pesar de una narrativa persistente que intenta socavar la gravedad de la violencia de género, es vital reconocer el dolor que muchas víctimas soportan en silencio. Sólo en el año en curso, 28 mujeres fueron asesinadas y 22 nunca denunciaron sus experiencias de violencia. Este hecho preocupante pone de relieve una cuestión crítica: la generalizada falta de denuncia de la violencia machista, que sigue siendo una grave preocupación en la sociedad.

Entendiendo los mitos

Los mitos que rodean las acusaciones falsas pueden tener consecuencias perjudiciales, provocando que no se denuncien y tengan un efecto paralizador para las víctimas que buscan ayuda. Perspectivas de XY en línea revelan que la mayoría de las acusaciones de violencia doméstica y sexual se hacen de buena fe, siendo bastante raras las acusaciones falsas. Por ejemplo, diversos estudios en diferentes países revelan que las acusaciones falsas varían desde el 2% hasta el 10%, pero a menudo provienen de mitos sociales más que de la realidad.

Esta idea errónea es especialmente dañina y perpetúa estereotipos negativos que sólo sirven para disuadir a las víctimas de denunciar. La realidad es que las mujeres tienen muchas más probabilidades de ser víctimas de agresión sexual que los hombres de ser acusados ​​falsamente de tales actos. Es esencial abordar cada caso con ojo crítico y corazón compasivo, reconociendo que las acusaciones a menudo conllevan un peso de verdad, y al mismo tiempo reconociendo la complejidad de la investigación.

Como acertadamente afirmó Pacheco, “todas las leyes son modificables”, sugiriendo que los ajustes podrían mejorar el manejo de los casos de violencia de género. Esto resuena con la necesidad urgente de mejorar continuamente nuestro enfoque hacia estos asuntos delicados, asegurando que nuestros marcos legales no sólo sean protectores sino también justos.

En última instancia, la conversación en torno a la violencia de género está evolucionando, instándonos a enfrentar las duras realidades y al mismo tiempo desmantelar los mitos dañinos. Puede que las estadísticas sobre acusaciones falsas sean bajas, pero las voces y experiencias de las víctimas reales merecen ser escuchadas y tomadas en serio.

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