Se desarrolla la batalla legal del desarrollador por los controvertidos planes de campos de golf
El desarrollador Jason Picciano planea demandar a Venice por un controvertido desarrollo residencial en el campo de golf Hawk's Run en el condado de Sarasota.

Se desarrolla la batalla legal del desarrollador por los controvertidos planes de campos de golf
La historia del campo de golf Hawk's Run en Bird Bay Village ha dado otro giro mientras el desarrollador Jason Picciano se prepara para emprender acciones legales contra la ciudad de Venecia. El campo de 33,4 acres ha sido parte de un acalorado debate sobre el uso de la tierra y el interés de la comunidad en este pintoresco rincón del condado de Sarasota. El Herald Tribune informa que Picciano es propietario del campo de golf a través de Hawks Run Development LLC, y sus intentos de transformar el terreno en unidades residenciales e incluso en un campo de minigolf han enfrentado obstáculos importantes.
La saga comenzó en noviembre de 2022, cuando la Comisión de Planificación de Venecia recomendó no aprobar una enmienda que permitiría la construcción de 45 villas y 12 hoyos de golf, citando una estrategia de protección de espacios abiertos en el vecindario. Esto marcó un momento crucial en los planes de Picciano, que le llevó a retirar su propuesta en 2023 en lugar de llevarla al Ayuntamiento.
Maniobras legales por delante
A partir de ahora, Picciano está invocando un proceso formal de mediación de disputas, lo que indica su intención de demandar a la ciudad. Sostiene que el campo de golf es terreno urbanizable e insiste en que los propietarios de la zona no tienen ningún interés financiero en él. El campo de golf se compró por 1,1 millones de dólares en febrero de 2022 y está en mal estado, lo que representa una parte importante del 55,3 % de espacio abierto de Bird Bay, un requisito que Venecia impone a los desarrollos de unidades planificadas.
A pesar de sus afirmaciones, la Asociación Comunitaria de Bird Bay se ha opuesto a sus planes. Han expresado su preocupación por el "control unificado" de los espacios abiertos. El ex presidente de la asociación, Dan McBride, señaló que un título de garantía de 1998 limita el uso del terreno estrictamente a actividades relacionadas con el golf, lo que complica las intenciones de Picciano. Tu sol destaca que Picciano ahora está buscando representación legal para navegar esta inminente batalla judicial.
Dinámica cambiante del mercado
La cuestión de la remodelación de campos de golf se ha vuelto cada vez más común en Florida, donde el mercado del golf ha caído en picada. Como lo señaló el Revisión de la legislación nacional, a finales de la década de 1990 y principios de la de 2000 se produjo un auge en la construcción de campos de golf, pero con la disminución de la membresía y las ganancias, muchos propietarios ahora están considerando opciones de reurbanización. Picciano no está solo; muchos desarrolladores enfrentan obstáculos legales cuando intentan cambiar el uso de la tierra, a menudo debido a convenios restrictivos establecidos para proteger los intereses de la comunidad.
En el caso de Picciano, hay implicaciones más profundas de la dinámica vecinal en juego. Propone incluir un componente más pequeño relacionado con el golf con Chasing Aces, que incluiría un prototipo de campo de golf y un área de putting destinada a brindar opciones recreativas para los jóvenes locales. La subdivisión planificada estaría vinculada financieramente a este servicio de golf a través de membresías de propietarios, lo que potencialmente fomentaría un nuevo modelo de participación comunitaria.
Sin embargo, el camino a seguir está plagado de desafíos. El departamento de Planificación y Zonificación de Venecia ha reconocido las denuncias contra Picciano, que algunos clasificaron como acoso, lo que incluso llevó a multas para Hawks Run. Con el sentimiento de la comunidad mezclado y las batallas legales que se avecinan, lo que le espera al campo de golf Hawk's Run es incierto.
A medida que se desarrolle la situación, tanto los residentes como las partes interesadas seguirán de cerca cómo se desarrolla el tercer intento de Picciano de obtener derechos. ¿Puede un desarrollador equilibrar los intereses de una comunidad que teme perder espacios abiertos con una visión de revitalización? Sólo el tiempo lo dirá.