Nueva ordenanza sobre ruido de San Agustín: ¡lo que necesita saber!
La Comisión de la Ciudad de St. Augustine analiza las nuevas actualizaciones de la ordenanza sobre ruido el 9 de junio de 2025, abordando las preocupaciones de la comunidad y los límites de sonido.

Nueva ordenanza sobre ruido de San Agustín: ¡lo que necesita saber!
A medida que las discusiones se intensifican en St. Augustine, los residentes se están preparando para una reunión fundamental donde los funcionarios de la ciudad darán a conocer los cambios propuestos a la ordenanza sobre ruido de la ciudad el próximo lunes por la noche. La próxima primera lectura de la Ordenanza 2025-08 ha estado en proceso durante varios meses y ahora aborda tanto las preocupaciones de la comunidad como las sugerencias de los comisionados, con el objetivo de lograr un equilibrio entre la vitalidad de los espacios sociales y la tranquilidad de los vecindarios residenciales.
El cambio clave del que todo el mundo habla es la introducción de límites de distancia "claramente audibles". La ordenanza sugiere que el ruido no debe escucharse claramente desde el interior de la casa de una persona o desde una proximidad de 100 a 150 pies durante el día, reduciendo este límite a 50 a 100 pies durante la noche. Este ajuste se produce después de que los residentes informaran sobre dificultades para que los agentes de policía respondieran eficazmente a las quejas por ruido, especialmente en bares y locales de música.
Cambios propuestos y su impacto
Las revisiones propuestas tienen implicaciones importantes para las empresas locales. Por ejemplo, bares, restaurantes y locales de música ahora dependerán de mediciones de sonido tomadas a tan solo 10 pies de sus edificios. De jueves a sábado, pueden hacer algo de ruido -hasta 12 decibeles por encima de los niveles sonoros ambientales- entre las 7:00 y las 23:00 horas. Pero ven a las 10 p.m. de domingo a miércoles, vuelve a un límite más estricto de solo 7 decibeles por encima del ruido ambiental. Estas nuevas pautas son notablemente más estrictas que las regulaciones anteriores y tienen como objetivo crear un ambiente más pacífico para los residentes y al mismo tiempo permitir que las empresas prosperen.
Una declaración de impacto empresarial indica que alrededor de 64 hoteles y establecimientos similares, junto con 73 bares y restaurantes, podrían verse afectados por estas regulaciones más estrictas. Las sanciones propuestas por infracciones de ruido también pintan un panorama más claro: las primeras infracciones podrían enfrentar una multa civil de $100, que aumenta a $499 para los reincidentes. Esta medida refleja una tendencia más amplia observada en varias ordenanzas sobre ruido en todo el país.
Contexto más amplio sobre las ordenanzas sobre ruido
La necesidad de contar con normas sobre ruido bien definidas se refleja en una revisión exhaustiva de las ordenanzas sobre ruido estadounidenses. Según un estudio del Hearing Journal, es esencial contar con un marco claro para el control del ruido comunitario. Más de la mitad de las ordenanzas revisadas incorporaron múltiples estándares de regulación del ruido, incluidos niveles de audibilidad, restricciones horarias y consideraciones de zonificación. Estas medidas sirven para proteger a los residentes de la contaminación acústica excesiva, que puede provocar problemas de salud como pérdida de audición, hipertensión y ansiedad, preocupaciones graves que resaltan la importancia de una gestión eficaz del ruido.
El análisis también mostró que las comunidades con medidas de cumplimiento y sanciones se encontraban predominantemente en los estados costeros y del sur, lo que indica un enfoque regional para la regulación del ruido. En St. Augustine, la posible adopción de estas medidas más estrictas por parte de la ciudad podría alinearlas más estrechamente con las mejores prácticas nacionales, abordando los problemas prevalentes de molestias por ruido y al mismo tiempo promoviendo la salud y el bienestar de la comunidad.
La conversación sobre la regulación del ruido en San Agustín refleja un desafío social más amplio. Mientras ciudades de todo el país luchan por encontrar el equilibrio entre entretenimiento animado y vecindarios tranquilos, hay algo que decir a favor de establecer límites claros. Mientras los residentes se preparan para la reunión de la comisión, sus voces, junto con sus preocupaciones sobre los estándares comunitarios, desempeñarán un papel crucial en la configuración del futuro acústico de St. Augustine.
A medida que la ciudad avanza hacia regulaciones de ruido más definidas, es evidente que tanto el gobierno local como los miembros de la comunidad están listos para abordar de frente este problema de larga data. Ambas partes esperan que estos cambios redactados conduzcan a noches más tranquilas para los residentes sin afectar el espíritu festivo por el que se conoce a San Agustín.